Vierte cola sobre el filtro de la campana extractora y verás lo que ocurre después

El sorprendente poder de la cola

La cola contiene ácido fosfórico y ácido carbónico ácidos suaves capaces de deshacer la grasa antigua y desprender partículas de aceite muy adheridas. Cuando el filtro permanece en cola, estos ácidos disuelven poco a poco las capas pegajosas atrapadas en la rejilla. Así la grasa se suelta sin productos químicos agresivos ni necesidad de frotar con fuerza.

A medida que la cola actúa, verás que el líquido se oscurece. Esa es la grasa que se va desprendiendo y queda flotando. Zonas que estaban totalmente atascadas empiezan a abrirse y el filtro recupera su brillo original. Después del remojo, incluso los restos más espesos se retiran con facilidad. ¿Quieres saber cómo funciona? Te lo contamos a continuación.

Cómo funciona

Limpiar el filtro de la campana con cola es sencillo. Empieza retirándolo de la campana y sacudiendo la suciedad suelta. Colócalo en un recipiente amplio o en el fregadero y vierte cola por encima hasta que quede totalmente cubierto. Déjalo en remojo entre una y dos horas para que los ácidos puedan soltar la grasa incrustada en la rejilla. Después del remojo, pásale una esponja o un cepillo, aclara bien con agua templada y déjalo secar. Verás que el filtro queda más limpio, más brillante y mucho menos graso, sin recurrir a limpiadores fuertes. Si buscas una forma económica y sorprendentemente eficaz de realizar una limpieza profunda del filtro, este truco merece la pena. Aquí abajo te contamos más usos curiosos de la cola.

Dónde funciona mejor

Ya sabemos que la cola va de maravilla con el filtro de la campana. Pero también puede servir para otras cosas. No solo es una bebida; también es eficaz para combatir la grasa habitual en la cocina. Aunque no quita comida quemada, óxido o piezas muy dañadas del filtro, funciona bien con problemas comunes como los aceites resecos y los residuos antiguos que el lavavajillas normal no consigue eliminar.