Abrió una puerta oculta en su sótano y descubrió un secreto escalofriante

Daniel y su familia se mudaron pocas semanas después. “No podía quedarme allí”, confesó. “Cada vez que intentaba dormir, veía esas fotografías.” La casa sigue vacía hoy en día. Los vecinos la llaman la casa de los dos sótanos. Algunos aseguran haber visto luces tenues parpadear en las ventanas por la noche, aunque la electricidad se cortó hace años.

Daniel dice que ha intentado seguir adelante, pero hay una imagen que no consigue borrar de su mente. En la última fotografía, la tomada justo antes de que el doctor desapareciera, el hombre del traje negro mira por fin a la cámara. Sus ojos, vacíos y penetrantes, parecen mirar directamente a Daniel.

A día de hoy, nadie sabe cuántos niños fueron llevados a aquel sótano ni qué les ocurrió exactamente. Pero una cosa es segura: la reforma de Daniel destapó un secreto que seguirá atormentando a Portland para siempre.