Cómo este sencillo espray derrite el hielo más grueso en segundos
Ya sabes que rascar no es la mejor idea, así que aquí tienes el truco que hace las mañanas de invierno mucho más fáciles. Puedes crear tu propio deshielante eficaz con solo dos ingredientes y actúa sorprendentemente rápido. La clave está en el líquido lavaparabrisas. La mayoría solo lo usa al conducir, pero resulta que es excelente para derretir el hielo incluso con el coche parado. El alcohol y los agentes de limpieza que contiene rompen la capa helada casi al instante, permitiendo que el hielo se desprenda sin esfuerzo. A continuación te contamos exactamente cómo funciona.
Por qué funciona tan bien
El líquido lavaparabrisas está formulado para mantenerse líquido incluso con temperaturas bajo cero. Al mezclarlo con un poco de agua, se extiende fácilmente por el cristal y el alcohol penetra en el hielo. En vez de intentar arrancar la capa congelada de la superficie, este espray la afloja desde abajo y hace que se desprenda sin resistencia.
Esto significa:
- Nada de arañazos
- Nada de presión
- Nada de daños en el cristal
- Y casi sin tiempo de espera
A muchas personas les sorprende ver lo rápido que se ablanda el hielo.
Cómo prepararlo tú misma
Este deshielante casero se prepara en menos de un minuto.
Sigue esta proporción exacta:
- 1 parte de agua
- 2 partes de líquido lavaparabrisas
Por ejemplo, 100 ml de agua y 200 ml de lavaparabrisas. Vierte todo en un pulverizador, coloca el tapón y agita bien. Ya lo tienes listo.
Cómo usarlo en las ventanillas congeladas
Sal al exterior y pulveriza la mezcla de forma generosa por todo el parabrisas. En cuestión de segundos notarás que el hielo empieza a volverse más blando y acuoso. Si pasas el dedo por la superficie, verás que ya no se adhiere al cristal. Espera unos segundos más, enciende los limpiaparabrisas y el hielo se deslizará por completo, sin necesidad de rascar. Incluso las capas más gruesas se derriten con rapidez con este método. Puedes usar este espray no solo en el parabrisas, sino también en las ventanillas laterales, los retrovisores y los faros. Es uno de esos trucos sencillos de invierno que toda conductora debería conocer y que puede ahorrarte mucho tiempo cuando bajan las temperaturas.