Cola y cal
La cola contiene ácidos suaves, como el ácido fosfórico, que pueden ablandar los depósitos minerales con el tiempo. Cuando la cola entra en contacto directo con la cal, rompe poco a poco la superficie endurecida y facilita su retirada. No actúa al instante, pero en acumulaciones ligeras o moderadas, la cola puede aflojar las manchas mejor que la lejía. Si se vacía antes la taza, la cola llega directamente a la cal. Tras varias horas de reposo, los depósitos empiezan a ablandarse. Zonas que antes costaba frotar se desprenden con mucha más facilidad. Para muchas personas, es la primera vez que ven un avance real sin recurrir a productos agresivos. A continuación explicamos exactamente cómo funciona.
Cómo funciona
Limpiar el inodoro con cola es muy sencillo. Vierte la cola directamente sobre las manchas hasta cubrirlas por completo. Déjala actuar varias horas, mejor aún durante la noche, para que los ácidos ablanden la acumulación mineral. Cuando haya pasado el tiempo, frota bien la taza con el cepillo. Verás que la cal se suelta con mucha más facilidad porque la cola ya ha hecho gran parte del trabajo. Tira de la cadena y las manchas se irán con el agua, dejando la taza más limpia y suave a la vista. Para quienes lidian con manchas persistentes, este truco es una alternativa fácil, económica y sorprendentemente eficaz frente a los limpiadores de siempre.
Cuando la cola no es suficiente
La cola puede ayudar con manchas ligeras o moderadas, pero una cal muy resistente puede necesitar algo más fuerte. En casos extremos, los desincrustantes profesionales, el vinagre o los ácidos específicos de baño actúan con más rapidez. Aun así, la cola sigue siendo una opción práctica y eficaz para muchos hogares, sobre todo cuando se quiere evitar el uso de productos químicos.
