Por qué deberías poner detergente de la ropa en el inodoro

Por qué este método funciona tan bien: los tensioactivos

El detergente contiene tensioactivos, unos agentes limpiadores que separan la suciedad, la grasa y los restos más incrustados. Estos tensioactivos se reparten por el agua y se adhieren a los residuos dentro de la taza, soltándolos para que se retiren con un mínimo esfuerzo.

La cal y el sarro de orina

Los suavizantes del agua presentes en el detergente están diseñados para disolver los depósitos minerales. En el inodoro, esto significa que actúan sobre la cal y el sarro de orina que provocan decoloración, zonas ásperas y malos olores. A medida que el detergente reposa, estos depósitos empiezan a ablandarse y despegarse de la superficie.

Efecto antibacteriano

Muchos detergentes en polvo también incluyen agentes blanqueadores suaves que desinfectan sin recurrir a la fuerza de la lejía habitual. Aunque no son tan potentes como un blanqueador tradicional, reducen las bacterias y dejan la taza más fresca y limpia que muchos productos estándar.

Cómo funciona

Usar detergente como limpiador del inodoro es muy sencillo. Empieza tirando de la cadena para humedecer la taza. Luego espolvorea media taza de detergente por el interior y déjalo actuar unos quince o veinte minutos. Durante ese tiempo, los ingredientes activos sueltan la suciedad, disuelven la acumulación y refrescan la superficie sin necesidad de frotar. Después, pasa el cepillo por toda la taza, incluidas las curvas y la parte inferior del borde. Verás enseguida cómo se desprende la suciedad. Un último gesto de la cadena revela un inodoro limpio, brillante y sin los vapores ni los olores tan fuertes de los limpiadores de siempre. Este método sirve como sustituto del limpiador habitual, cuando se te haya terminado o simplemente cuando quieras una alternativa más económica y eficaz. Muchas personas que lo prueban una vez deciden seguir limpiando así su inodoro.